¿Qué es un cuadro?
¿Cuánto se tarda en hacer uno?
La pintura de Adieu al corsé, bonjour a las flores fue, para mi sorpresa, un instante.
Sin embargo, muchos años habían pasado de aquel encuentro con el cuadro de María Antonieta en el Atelier Familiar. Sin intenciones de colgarlo, tampoco sin saber qué hacer con él, lo guardo. Algo me genera especial atracción. En esa misma época sueño que estoy vestida de novia, mi vestido tiene un corsé que queda sumamente incómodo. La rigidez, la opresión. Un cuadro que pinto en ese entonces, intenta hacer líneas “no demasiado rectas". Pienso ahora que parecen las “ballenitas” de aquel corsé.
Es en un instante en el que todo eso decanta en este mini cuadro: los pétalos se sueltan. Entre esas “ballenitas” y esos pétalos libres, livianos, hay toda una vida.
"Puede que Aurora hubiera escogido a la persona con quien podía repetir la atmosfera de su niñez: un hombre del que no conseguía llamar su atención. Lograr su amor incondicional. Un hombre del que soportar en silencio un maltrato psicológico para conseguir, quizá en el presente, aquello que no había logrado en el pasado.
—¿Sabes una cosa, Aurora? Le dije cuando terminó su relato-. Vamos a hacernos tú y yo una lista que tenemos que cumplir a rajatabla. La llamaremos «Los placeres capitales».
¿Por qué nadie se había entretenido recopilándolos y no era una obligación del ser humano experimentar cada uno de ellos antes de morir?
A partir de ahora llamaríamos a lujuria, deseo; a la gula, gusto; a la avaricia, ambición; a la ira, desahogo; a la pereza, descanso; a la envidia, admiración, y a la soberbia, orgullo”.
Vanessa Montfort, Mujeres que compran flores.